Parece que fue hace nada, pero ya llevaba tres años sin escribir por aquí. Aunque durante un par de años mi actividad ciclista ha estado bastante abandonada, precisamente ahora, desde septiembre del año pasado hasta hoy, es cuando más estoy montando en bici y consiguiendo pequeños logros que para mi son avances importantes.
Esta entrada viene a cuento de que el fin de semana pasado, en mi última salida, sucedieron un par de cosas que se salen de lo normal para mi cuando monto en bici. Bueno, también es un ejercicio que me sirva como recordatorio cronológico de mi último año, que considero un poco especial.
Antes de nada me gustaría poner un poco en antecedentes: después de restaurar la bici y usarla poco (sigo pensando que fue un tremendo fallo económico liarme con aquél proyecto) estuve un par de años durante los cuales mi ejercicio físico más fuerte era hacer la digestión. En verano del año pasado, 2015, con 107 Kg en mis carnes (y aumentando) y un estado físico superando la línea del deterioro serio de salud y en una cuesta abajo preocupante, decidí que ya estaba bien y que había que dar un giro de 180º a todo esto. Así que después de visitar al médico y ponerme a régimen decidí comprarme una bici de carretera y salir con frecuencia. En base a mi presupuesto (escaso) y a las opiniones que recabé leyendo y preguntando en cuanto a bicicletas de gama baja, me decidí por adquirir por unos 400€ una Triban 500 de Decathlon. Una bici que no es ninguna maravilla pero que cumple perfectamente para lo que yo hago. Que tiene una relación calidad/precio aceptable y que, al fin y al cabo, es la mejor bicicleta que he tenido hasta el momento.
La Triban 500 "dominguera" |
Y aquí estoy, casi un año después de empezar con el régimen y a hacer deporte con cierta asiduidad. Un poco de cronología:
Julio de 2015: Peso 107 Kg. (según la báscula de la enfermera 105, pero me da lo mismo dos más que menos) Medicación variada por cuestiones de salud. Ejercicio cero. Comienzo régimen con el objetivo de llegar a los 80 Kg. Los dos litros de Coca Cola que me bebía al día los elimino de raíz en junio. Mejor no hablar de bollos, fritos, etc.
Octubre de 2015: He perdido como 10 Kg. en dos meses. Los dos primeros fueron los más fuertes en cuanto a pérdida, con 5 Kg. por mes y siguiendo la dieta con el único desliz de una onza de chocolate 70% los domingos. Me compro la bicicleta de carretera y empiezo a salir con ella. Mi primera salida fue de 30 Km. y la segunda de 53 Km. Me propongo conseguir hacer salidas de 60 Km. antes de fin de año sin que me suponga un exceso.
Noviembre: Sigo perdiendo peso, ahora a ritmo de entre 2 y 4 Kg mes hasta la fecha de hoy. Hago mi primera salida de más de 60 Km. en carretera sin pretenderlo. Y cansado, por supuesto. Con la MTB es diferente, hacer 30 Km. ya me supone una carga tal como hacerme el doble en carretera.
De aquí hasta febrero de 2016 sigo perdiendo peso con constancia, aunque salgo menos en bici por un resfriado serio que arrastro casi dos meses y algún problema muscular.
Con la primavera llego al objetivo de perder peso hasta los 80 Kg. y me marco como nuevo objetivo llegar a los 75 Kg. Empiezo a salir todas las semanas e intento recorrer más distancia cada vez. Además empiezo a buscar cuestas para subir, que van apeteciendo. Sin casi darme cuenta entre abril y mayo mis salidas en carretera empiezan a situarse alrededor de los 75/80 Km. "cómodamente" Me propongo que a lo largo del verano tengo que estar rodando sobre los 100 Km. por salida, pero para finales de mayo los supero por poco y así sucede en las salidas consecutivas hasta ahora.
Junio 2016: Rondando los 72 Kg. de peso. Sin medicación alguna desde hace tres meses. El régimen ya no lo considero como tal, ahora pienso que es comer "como se debe". Rodando en bicicleta sobre los 100 Km./salida
Mi evolución con la bici. Se aprecia el incremento notable en mayo, no sé debido a qué, la verdad. |
Mi próximo objetivo a corto plazo es seguir rodando entre 100 Km. y 120 Km. por salida. Más es complicado por el factor tiempo. También me gustaría intentar hacer una Brevet de 200K para primavera del 2017. Aunque esto es un poco ideológico. Desde el desconocimiento, creo que en una prueba así la influencia más importante es la de la cabeza, y no sé si tengo esa fuerza de voluntad.
Realmente tengo varias experiencias nuevas que me han ido sucediendo con la bicicleta a lo largo de todos estos meses y que han acarreado, en algún caso, necesidades que antes no eran tales, como alimentarme en las salidas (alguna pájara considerable me abrió los ojos), comodidad sobre la bici, o equipación.
Como indicaba al principio de toda esta chapa que estoy escribiendo, en la última salida que hice, la de más longitud y duración hasta la fecha (aquí en Strava) me sucedieron un par de cosas que se salieron de lo normal.
En primer lugar, salvo dos o tres veces que he compartido ruta con amigos, siempre salgo solo. Soy consciente de mis limitaciones, especialmente mi lento ritmo en subidas, y no me gusta que la gente me espere. Pero en esta ocasión, y debido a mi torpeza al equivocarme en una rotonda y variar mi ruta prevista, me situé a rueda de un grupo de cinco ciclistas que iban a un ritmo muy similar al mío y me acoplé en esa dirección, que ya conozco y es parte de mis rutas habituales. Estuve con ellos rodando casi 20 Km. hasta que tomaron el camino de regreso y yo seguí. La verdad es que llevaban un ritmo bastante constante subiendo, bajando o llaneando entre los 20 y 25 Km/H, supongo que lo da la experiencia de salir habitualmente en grupo. A mi me suponía ir algo frenado en bajada y llaneo, pero en subida mantenía la velocidad, algo que no me sucede habitualmente. Fue agradable circular con más ciclistas y tener que ir midiendo ritmo.
La segunda fue que me alimenté, por primera vez, sobre la bici circulando. Normalmente suelo hacer una parada de cuarto de hora o poco más cuando llevo el 60% de la ruta hecha. Me alimento y sigo. En esta ocasión cuando llevaba algo menos de 40 Km. noté que necesitaba ingerir alimento y di cuenta sin parar de una barrita energética. Aprecié que comer en una zona de sube/bajas no es buena elección y me lo apunto para la siguiente. Luego la parada tradicional para el café y, a falta de 20 Km para finalizar noté que iba justo y me apreté un gel, que me puso a vivir, la verdad.
La cara que se te queda después de parar a tomar el café |
Quizá sean cosas muy nimias, para mi son pequeños hitos.
De estos once meses, casi un año, he sacado varias conclusiones:
- La dieta funciona. Con unas premisas: ir al profesional a que te guíe (médico) y dejarse de chorradas de la dieta de la pera limonera, las alcachofas sensitivas cuánticas o cualquier cosa que leas en cualquier blog de internet. Ser constante y seguir la dieta.
- No he pasado hambre, es más, ingiero más cantidad de alimento con la dieta que antes.
- No es difícil hacer dieta, solo hay que acostumbrarse a cambiar los hábitos. La freidora por la cocción. La plancha por los empanados.
- En bicicleta la constancia da resultados y premios. Sin dame cuenta he pasado de salidas en las que acababa muerto con 30 Km. a rodar más de 100 Km. Lógicamente acabo cansado pero con la sensación de que, si quisiese seguir rodando más, podría hacerlo.
- Puntos que yo antes tenía como críticos (esa rotonda al final de una subida que llegaba sacando la lengua y me tenía que parar a respirar, si llegaba, ese puente sobre las vías del tren o esas subidas con paradas a mitad) ahora llego, los supero, y sigo sin enterarme. Subidas, como la de Chinchón o La Nueva, que hace unos meses habría echado pie a tierra sin dudarlo, ahora sigo dando pedales y la satisfacción de llegar arriba supera el esfuerzo realizado.
- Si buscar consejo para comprarte una bici lee mucho y pregunta, pero relativiza lo que puedas ver en foros y redes sociales. Siempre hay el típico comentario "por XXX€ euros más tienes esto que es muchísimo mejor". Y es cierto. A más pasta más calidad en la bicicleta. Pero la pregunta es ¿realmente lo necesitas? ¿te vas de presupuesto? Tengo claro que mi bicicleta no es para hacer recorridos grandes, pero para un ciclista dominguero con salidas en torno a lo que hablo, cumple por el momento.
Al final este texto ha quedado un poco extraño. Yo mismo no sé si es más sobre bicicleta o sobre lo que he hecho este último año en cuanto a cuidado de salud o sobre qué va. Pero como es para mi y lo leemos cuatro gatos, pues así se queda.
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